Seguro que a veces tienes la sensación de vivir en un mundo de locos, donde no son pocos los días en los que te encuentras como pollo sin cabeza, corriendo de un lugar a otro, intentando llegar a todo. Deseando que llegue el viernes para disfrutar del fin de semana y desconectar del ajetreo diario y sorprendiéndote a ti mismo, al empezar el lunes, dándote cuenta de que estabas deseando llegar al trabajo, porque has terminado cansado de los planes en familia.
Parece que siempre estamos pensando en que lo bueno está por venir y, en muchas ocasiones, nos privamos de disfrutar del tiempo presente. Cuando estamos en la oficina, pensamos en las obligaciones que nos esperan cuando lleguemos a casa y, sin embargo, cuando ya estamos en casa, nos agobiamos acordándonos de todas esas tareas pendientes que tendremos que resolver mañana en el trabajo. Pero… ¿y sí aprendiéramos a estar dónde tenemos que estar? Aprender a vivir el momento presente tiene numerosas ventajas.
A continuación, te mostramos los beneficios que empezarás a disfrutar cuando te centres en el ahora, independientemente del lugar en el que te encuentres.
- Reduce el estrés y la ansiedad. Al vivir el momento presente, serás más consciente de tus pensamientos y emociones. Te darás cuenta de que están en tu mano muchas más cosas de las que creías y, además, que tienes el poder para cambiarlas.
- Mejora la claridad mental, la concentración y la capacidad de focalizar el pensamiento, lo que te ayudará a ser más productivo.
- Desarrolla la intuición, la inspiración y el equilibrio interior.
- Te libera de la inseguridad, abriéndote a un nuevo mundo de soluciones, ya que, al estar más centrado, verás mejor las respuestas.
En general, conseguirás una vida más armoniosa y positiva aprendiendo a valorar y disfrutar de la vida desde un punto de vista más relajado y optimista.