Cuando tenemos 17 años experimentamos uno de los momentos vitales más significativos que repercute directamente en nuestra carrera profesional: la elección de nuestros estudios superiores.
Una decisión que tomamos en una edad un tanto delicada, en la que algunos no tenemos las ideas claras, ni la vocación definida. Es más, incluso haciendo una elección absolutamente consciente y meditada, es posible que a medida que vayan avanzando los años te des cuenta de que tienes nuevas inquietudes, de que vas evolucionando y de que lo que antes te llenaba y con lo que te sentías realizado profesionalmente, ahora te resulta monótono y sientes la necesitad de dar un giro en tu trayectoria, con el que abarcar nuevos retos y disciplinas con los que te sientes realmente motivado.
El verdadero hándicap se encuentra en salir de tu zona de confort (que aunque no tenga porqué ser cómoda, es a la que estás acostumbrado) y enfrentarte a un nuevo escenario.
Una decisión que puede provocar cierto “vértigo”, pero con la que podrás obtener grandes satisfacciones, siempre y cuando lo hagas con una planificación apropiada, teniendo en cuenta todas las variables que intervienen en este giro profesional.
Te encuentres o no en una situación de este tipo, te damos 6 claves para llevar a cabo tu transición con la mayor tranquilidad y efectividad posible.
1. No tengas miedo a empezar de cero, porque en realidad no empiezas de cero.
El bagaje profesional que has adquirido y todas las competencias que tienes se vienen contigo. El liderazgo de gestionar equipos, la organización para llevar a cabo proyectos, la comunicación en presentaciones a clientes internos o externos, el análisis del presupuesto de una determinada acción comercial, o las TIC que aprendes en proyectos de transformación digital.
2. No creas que eres demasiado mayor para hacer un cambio profesional.
Estar en la década de los 40 o incluso de los 50, no debería suponer ningún obstáculo para dar un giro en tu carrera, ya que la experiencia con la que cuentas, te ayudará a tomar mejores decisiones independientemente del ámbito o sector en el que te encuentres.
3. Enfócate en qué te gusta hacer en lugar de en qué se te da bien.
Está genial que se te dé bien algo pero esa no es la razón por la que tengas que únicamente centrarte en eso como profesional.
4. Conviértete en un experto de ti mismo para establecer tus prioridades.
A veces nos cuesta mirar hacia dentro y luego nos extraña que no seamos felices en el trabajo que estamos. Si lo que quieres es que este giro sea un éxito para ti se trata de saber bien lo que quieres.
5. Acepta y aprende a convivir con la incertidumbre.
Entender que el cambio forma parte del camino es un gran primer paso para que este no sea el motivo por el que no vas a por lo que quieres. Una buena planificación económica en tu transición a emprender la clave para hacerlo con tranquilidad.
6. Mantén tus valores alineados.
Cuando estás luchando por conseguir que tu negocio sea rentable, si además del dinero como motor tienes el corazón en lo que haces, encuentras esa motivación que te ayuda a no desistir cuando estas abajo.